miércoles, 29 de septiembre de 2010

Supervivencia en el asfalto & Pepe's words.

Con eso ahí detrás, mejor no maniobrar en falso...
Acabo de llegar a mi casa, después de la taxi-ronda de los miércoles. El motivo es que varios de los nuestros que estudian en Rockbrook tuvieron la feliz idea de apuntarse en el equipo de fútbol. Lógicamente, si yo fuera ellos también lo haría, pero cuando eso supone esperar hasta las 17.30 en el colegio para llevar a los niños a sus casas, la cosa cambia. Cuando Enrique Díez, Pepe y Adrián me lo consultaron por primera vez, les dije un "por supuesto, me parece magnífico". Luego, con la boca chica, vino la letra pequeña del contrato: esperar, cargar, conducir, descargar, seguir conduciendo, y así sucesivamente. También venía en letra pequeña tener que ir al archicitado Dundrum para comprar el material deportivo, cosa que hicimos la semana pasada, después de peinar minuciosamente todas las tiendas deportivas del centro comercial en busca de lo bueno, bonito y barato.
El cajero del parking tiene su gracia... (y algunos pican).
No sé si contar ahora cómo se conduce en Dublín, porque para escuchar cosas nuevas ya tenemos a Pepe, que hoy nos escribe en el blog. Si acaso, un par de pinceladas para hacernos una idea en bruto. Pues bien, así como en algunos países africanos las carreteras se caracterizan por la ausencia de líneas que marquen los carriles, adviertan, indiquen, etc., en Dublín es todo lo contrario. Podemos decir que hay un exceso de información sobre el asfalto, hasta el punto de confundir al conductor poco habituado. La creatividad del urbanista de turno es por partida triple, al reflejar sobre el mismo espacio indicaciones para los coches, las guaguas y las bicicletas. Claro que, al movernos en tres dimensiones, la señalización vertical es un input más para tener en cuenta. Si uno, -conductor doméstico del territorio español- ya va apurado interpretando los jeroglíficos dibujados en blanco sobre el asfalto, la desesperación es aún mayor cuando alzas la vista y en un cruce te encuentras -como es habitual- chorrocientos semáforos, cada uno mirando para un sitio distinto. Si esto sigue así y la teoría de la evolución es cierta, en Irlanda acabarán naciendo con un tercer ojo auxiliar en algún punto de la cabeza que asegure la supervivencia de la especie en la isla.
Ir detrás de las guaguas, todo un entretenimiento peligroso.
El buen conductor debe ser capaz, pues, de posicionarse en el carril adecuado para realizar el giro deseado, mirar el semáforo correcto, asegurarse de que allá adonde vas tiene el mismo número de carriles del punto de donde vienes, arrancar antes de que uno de los semáforos aparezca con una luz desconcertante, y en toda la operación, no arrollar a ningún ciclista ni ser embestido por las guaguas de doble piso. Cuando llueve y la chica del GPS nos está hablando, todo es aún más divertido.
Y si encima llevas en el coche a tres chiquillos que te quieren contar todo a la vez (sobre todo Enrique, ejemmmmm), entonces el tour por Dublín se convierte en una prueba multiaventura en toda regla.
En fin, todo esto está un poco exagerado, y no hay que temer por la seguridad de nuestros viajes. Después de varias semanas patrullando las calles de la ciudad, -bajo cualquier condición atmosférica- la situación está bastante dominada. Incluso nos podemos permitir el lujo de mandar a callar a la señorita del GPS y ponernos buena música (ellos no lo saben, pero quizás con eso se tranquilicen y griten menos en el viaje). 
Escuchamos a Pepe:

"Tranquilo, Quique, sólo nos quedan 75 botas por probarnos"
English version
Hello today I’m going to tell you about a birthday on Monday 27.9. It was Javier and Jacobo’s birthday. When I arrived to Jacobo´s house I met with all the guys playing guitar hero and Jesús was the best. Later we ate some sweets and two small cakes and we laughed a lot with the Irish brother of Jacobo, he was very funny! Later we played a football match and was very funny too. Then everyone went to their houses.


¡¡Por fin!!
Versión española
Hoy voy a  escribir sobre el cumpleaños que tuvimos el lunes 27.9. El niño que cumplía se llama Jacobo y ya de paso Javier Jorcano, que había cumplido un día antes, lo celebró con él. Cuando llegué a la casa de Jacobo “lugar del cumple años” me encontré con todos los demás jugando al Guitar Hero y le di una lección sobre cómo jugar a Jesús Fernández (más bien me la dio él a mi). Después la madre nos puso una merienda y dos tartitas. Nos lo pasamos muy bien porque el hermano irlandés de Jacobo está muy loco y fueron tantas las payasadas y boberías que casi nos morimos ahí mismo. Después jugamos un partido de fútbol un poco distinto, porque cuando la cogías tenías que bailar, y si no tenías la pelota, te quedabas quieto, fue muy divertido. Después cada uno nos volvimos a nuestras casas.

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