jueves, 28 de octubre de 2010

Lluvia en Aran Island & "Queque" by Quique D.

Domesticando la carretera.

He puesto a Jesús y a Enrique Díez a escribir el blog de hoy, que para cenar toca espaguetis a la boloñesa y no me va a dar la vida. Debo decir que tengo grandes ayudantes de cocina echando una mano: Adrián y Alejandro, que se ha erigido como jefe de cocina por méritos propios. De esto ya hablaremos. Here we go!

Nos habla Jesús:
Hoy día 28 de octubre hemos ido a unas islas llamadas Aran Islands. El viaje de ida fue durísimo, -especialmente para mi- que me mareé. Una vez en la isla cogimos unas bicis y nos fuimos a dar una vuelta alrededor de la isla. Como Antonio aún no domina la mountain bike en camino pedregoso, tuvo que ir en tándem con don David.  Estuvo muy bien al principio, hasta que el frío y la lluvia aparecieron. La lluvia aquí es muy diferente porque aquí duele. Yo iba con Enrique de la Barrera los primeros del grupo, hasta que don David nos dijo que nos diéramos la vuelta, que nos habíamos equivocado, porque había que subir por un faro. Estuvimos allí un poco y luego seguimos con las bicis.
El barco, pasarela de flequillos.

Llegó un momento que todo fue pedregoso y era muy difícil andar en bici. En ese momento me relajé y fui con Manu Viñuela. Nos retrasamos un montón. Llegó la bajada y nos subimos a las bicis.  Cuando íbamos bajando nos encontramos con Juanma y Javi que volvían. Nos contaron que Enrique Díez se había caído y tenía un par de raspones feos. Entonces cogimos las bicis y fuimos hasta ellos. Cuando llegamos me encontré a Enrique con su herida y que lo estaban atendiendo. Fuimos hasta la casa de unos ancianos y nos hospedaron durante un par de horas, mientras la señora de la casa lo llevaba al médico con Quino de acompañante. Después continuamos nuestro camino. Javi y yo íbamos en cabeza, y llegamos a un sitio desde el que se podía contemplar el hábitat de las focas y las propias focas.
Luego llegamos al puerto dejamos las bicis y nos subimos al ferry. En este ferry me conseguí dormir, por lo que no me mareé. El día de hoy ha sido muy divertido exceptuando el clima.
A continuación les dejo con Enrique de Díez, que le contará su experiencia con el doctor.

Un médico con clase: ¡en corbata en una isla perdidísima!
¡Hola España! Voy a contarles un poco lo que me ha pasado hoy:
Fuimos a montar en bici y estuvimos subiendo una rampa súper empinada durante unos 10 minutos. Vimos una especie de castillo, piedras destruidas y demás.
Punto más alto de la isla. El viento y el frío no se ven.
A la bajada, la gente iba demasiado despacio, y me puse con los que iban adelante; les adelanté y me puse primero del grupo. Iba muy concentrado cogiendo velocidad. Luego me frené un poco pensando que iba a acabar yo solo y todos perdidos por atrás. Miré hacia atrás y pregunté “¿Quién eres?” Y dijo Jorcano: “Yo”. Le escuché, reconocí la voz y me puse a mirar para atrás en una curva. De repente cogí una piedra y empecé a botar. Me motivé bastante y me caí. La caída fue muy aparatosa, pero sobre todo el problema fue que el suelo tenía pequeñas piedras. Jorcano, que me seguía de cerca, se paró y me preguntó si estaba bien y tal. Yo estaba temblando, no de frío, sino de que tenía un susto encima. Luego vino Quique de la Barrera y este sí que fue más profesional: en un momento empezó a limpiarme la herida con un kleenex. Me estaba sangrando cerca del ojo, y él me limpió la sangre. Luego llegó David y para no asustarme se empezó a reír y dijo “jaja tienes una brecha guapa”.  Me atendió, y se fue con Javi y con Pepe a buscar a alguien que pudiera recogerme, porque me dolía todo. 

Los caminos eran realmente bonitos. ¡Valió la pena!
Al cabo de un rato vino él con una señora con su coche y me llevó al doctor. Este, al contrario que en España, nada mas llegar, en vez de mandarme a una salita de espera con dibujos animados, me llevó directamente a la consulta. Allí me limpio las heridas y me vacunó del tétano. Yo, aunque sabía que no duele el pinchazo, puse el brazo mas duro que una piedra, la aguja casi rebota y todo.
El muro nos asocaba del viento. Todo controlado. 

Tengo que decir que en todo este recorrido me acompañó Quino, que hizo de algo así como "hermano mayor" y muy bien. Después de ver lo que cuelga D. David en el blog, se sintió en la obligación de fotografiar también todo el proceso de cura en el médico. Cuando acabó todo, el médico me dijo que me fuera al Spar que estaba al lado de la consulta, que ahí me reencontraría con los demás. De nuevo, el Spar  “siempre cerca de ti”.  Aquí nos tomamos algo caliente y esperamos hasta que llegaron los demás. ¡Menuda experiencia en Aran Island! Para mi ha sido la mejor excursión de todas las que hemos hecho... ¡incluso pasé frío! jajajaja So far, so good.

No hay comentarios:

Publicar un comentario