martes, 5 de octubre de 2010

En busca de Peter Pan.

Prohibido quedarse bajo techo en un día libre.
Menudo tute el que nos hemos pegado hoy los St. Conleth's boys y yo... Hoy, por motivos aún sin desvelar (parece ser que era un staff day, o algo así), no tenían clase y algo había que hacer. Si se quedaban en casa podían terminar subiéndose por las paredes, o dando esas vueltas "patológicas" por la casa, como hacen los animales enjaulados, repitiendo incesantemente la misma trayectoria con una cadencia enfermiza.

¡¡Para nuestras hermanaaaaaas!!
Así que, consciente de que las "malas bestias" necesitaban el desfogue de cada día, quedamos en que recogería en sus casas a Juanma y Raúl, mientras que Manu y Ale irían directamente al Dundrum con la Irish mum de Manum
"A ver si salgo yo..."
Toda la parte del Dundrum se puede saltar a la torera, más que nada porque nos limitamos a hacer shopping en toda regla, aunque algunos nos contuvimos heroicamente y no caímos en los tentáculos de Penneys con sus precios de risa. Bueno, ahora que lo pienso no nos podemos saltar la primera parte del día, porque hubo un par de cosas muy divertidas. De todos modos, no me voy a extender mucho por si a alguno de estos se le ocurre escribir sobre el día de hoy, así no le pisoteo todo lo que podía poner. 

Venga, ahora así a la calle...
Pues bien, fuimos a una tienda de inventos, con todas las boberías que se le pueda ocurrir a uno, como por ejemplo un llavero con una cuña de goma por si hay que calzar una mesa que cojea... (¡¡¡utilísimo!!!) La tienda que verdaderamente triunfó fue la friki-tienda de Calendarios; toda una tienda dedicada a calendarios para todos los gustos y colores, sea cual sea tu afición, seguramente hay un calendario que reclame tu compra. Si se me permite un testimonio personal, yo me hubiera llevado un carrito del Hiperdino con calendarios de razas de perros que me gustan, pájaros, aviones de combate, grupos musicales, Bob Esponja, y un largo etcétera. Lógicamente, la tienda era también una mina para las risas por la cantidad de personajillos y temas ocurrentes que nos íbamos encontrando. Es curioso cómo se idolatra por estas latitudes a Fernando Torres. La foto es puramente testimonial, no responde a una admiración particular hacia El Niño. De hecho, cuando Raúl dejó el calendario en la estantería, soltó un: "¡Ahí te quedas, primo!"

El perro, apremiando al dueño, que se entretiene cuando lo saca de paseo...
Después de pasar un buen rato -con sesiones de fotos incluidas-, enfilamos la salida, donde nos encontramos a un Gran Danés que estaba sacando a pasear a su dueño... ¡¡Menudo perro!! Lo primero que pensé al verlo fue en la cantidad de pienso que debe de consumir, ¡una ruina! Si fuera el dueño, convencería al animal de que se hiciera vegetariano para poder sacarlo a pastar a cualquier parquecillo del vecindario...

Descansando la vista en el mar.
Cuando por fin conseguimos sacudirnos el Dundrum de encima, fuimos en busca de Killiney Hill, una colina al sur de Dublín con unas vistas espectaculares sobre la ciudad y el mar. Allí estaban rodando una película de Peter Pan y había montado un pequeño poblado indio. Antes de "golisniar" (voz canaria que significa husmear, curiosear) en todo el montaje -bosquecillo abajo- nos dedicamos a hacer todo tipo de fotografías divertidas, casi siempre pensando en el blog. También hicimos nuestro rodaje particular del Último Superviviente, en el que Juanma sobrevivía a las inclemencias de un tiempo rabiosamente primaveral.

Que nadie se caiga, que sólo es para la foto!
Llegado el momento, nos lanzamos a por el "campamento" de Peter y sus muchachos. Allí pudimos captar el ambiente de un rodaje, e incluso nos dimos cuenta de que, sentada en un tractorcillo verde estaba una chica que, según nuestras apuestas, debía de ser actriz. Pues bien, de acuerdo con nuestro "historial delictivo", este tipo de encuentros fortuitos no los dejamos pasar, sino más bien lo contrario. En el mundo de los radares, el RIA (Radar 
Rodaje de un episodio más de nuestro 
"Último Superviviente".
Interceptor de Anécdotas) se caracteriza por su insistencia en sacudir a los organismos receptores (es decir, nosotros), cuando pasas de largo sin hacer nada ante algo que él detecta. Efectivamente, íbamos a continuar nuestro camino, cuando nos dimos la vuelta para atacar. ¿Cuál fue ese ataque? Mañana lo contaremos, que por hoy ha sido suficiente. From Ireland we write!

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